La sanidad española ha logrado conservar sus estándares de calidad pese a los recortes propiciados por la crisis económica. Sin embargo, uno de los indicadores que más se han visto afectados son las listas de espera. Así, según los datos de La Sanidad Española en cifras 2018, desde 2012 hasta 2017, el tiempo de demora para poder operarse en ginecología ha aumentado en un 78,18%. Además, cabe destacar la gran desigualdad entre unas comunidades autónomas y otras, datos recogidos, también, en este estudio.
A pesar de aguantar los recortes durante la crisis económica sin descender la calidad de la sanidad española, la sobrecarga de trabajo a los empleados públicos ha determinado que las listas de espera para realizar alguna intervención o consulta se disparen. Juan del Llano, presidente de la Fundación Gaspar Casal y coautor del estudio La Sanidad Española en cifras 2018, ha declarado durante la presentación de los datos que “variaciones de tanto impacto son raras en un sistema sólido que ha aguantado bastante bien la crisis, aunque sea a costa de la sobrecarga de sus trabajadores”. La economista Alicia Coduras, otra de las responsables del estudio, advierte que en un periodo tan corto de tiempo solo variaciones de más del 10% pueden considerarse significativas.
El estudio recoge datos de más de 150 indicadores desde tasas de natalidad a gasto sanitario pasando por cribados, recaídas, causas de enfermedad y muerte. Como ejemplo de la resistencia del sistema, solo veintisiete suben o bajan más del 20%. De estos, diecinueve son parámetros que van a peor. Y casi la totalidad de ellos, en concreto dieciocho, corresponden a demoras o personas en listas de espera.
El paso previo a las cirugías ginecológicas, la consulta especializada de ginecología, es la que presenta mayor mejoría, que bajando en el mismo periodo un 32,91%. El mayor descenso se produjo en el Principado de Asturias, con el 64,89%. Sin embargo, comunidades como en Castilla y León subió un 15,38%. Las consultas para las que más ha crecido el tiempo que hay que aguardar son las de dermatología (el 66,12%) y otorrinolaringología (60,29).
Entre las cirugías con gran aumento en la demora son las de otorrinolaringología (60,29%) y traumatología (44,44%). Por el contrario, el tiempo medio de espera para una operación del sistema cardiovascular ha bajado un 21,88% de media. Según Alicia Coduras es lógico que se den estas situaciones, ya que se priorizan las patologías más graves y relegado la atención de las que lo son menos.
Además de este aumento ligado a la crisis, el trabajo recoge otro aspecto fundamental: la gran variabilidad entre comunidades autónomas. Por ejemplo, aunque la espera para una operación ginecológica haya aumentado un 78% de media, en Navarra descendió un 46,38%, y en Extremadura subió un 75,38%, una diferencia de 120 puntos.
Estas desigualdades se pueden detectar en prácticamente todos los parámetros. Por tomar el más básico, el gasto en sanidad, subió en cinco años un 3,45% de media, con un ascenso del 27,33% en Castilla-La Mancha y una caída del 19,6% en Cantabria. Si se toma lo que las comunidades dedican por persona, la media es de 1.379,56 euros, con una horquilla que va de los 1.160,65 de Andalucía a los 1.652,63 en el País Vasco, un 42% más.
En prácticamente todos los indicadores hay casos de diferencias extremas. Por ejemplo, Canarias duplica la tasa de diabetes de Baleares (10,99 y 4,85 respectivamente); Castilla-La Mancha cuadruplica la tasa de pacientes en espera para una operación de traumatología de Madrid (6,33 por 1,57); la tasa de mortalidad infantil de Cantabria (3,43) es casi el doble de la de La Rioja (1,83). Por eso la principal conclusión del trabajo, además de la solidez del sistema, es que sus mayores retos son la equidad del sistema y el envejecimiento de la población.