La salud afectivo sexual es un ámbito en el que la educación española no profundiza tanto como debería. La nueva Ley de Educación propuesta por el Gobierno de Sánchez promueve que la educación sexual pase a formar parte de todas las etapas educativas. Actualmente "depende de cada docente" y es realmente escasa. Los Ministerios de Sanidad y Educación planeaban colaborar conjuntamente para llevar a cabo la iniciativa. Además, tratar el tema desde la etapa escolar se vuelve necesario en un mundo que sigue demostrando desigualdad en el trato. ¿Qué pasará ahora con un tema tan importante para los estudiantes que empiezan a formarse como personas? ¿Tendrán una asignatura que les informe sobre el asunto o seguirán como hasta ahora?
El Ministerio de Educación y el de Sanidad quieren promover la educación para la salud afectivo sexual, que forme parte de todas las etapas educativas de una manera transversal y efectiva. Como parte de la nueva ley de reforma educativa que derogará la Lomce, el texto -todavía en fase inicial-. Esta propuesta aun tiene que ser aprobada por el Congreso.
Todavía no especifican qué contenidos en salud sexual comprendería la iniciativa. Si formará parte de una asignatura contemplada ya en el anteproyecto, ‘Educación en Valores Cívicos’, similar a la antigua ‘Educación para la Ciudadanía’, o se impartirá la educación sexual de otra manera es otra de las incógnitas. ¿Tendrá horas lectivas propias o a través de otras asignaturas? El Ministerio de Educación indica que es importante que este conocimiento se imparta “en todas las etapas del aprendizaje de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género y el respeto a la diversidad afectivo-sexual”.
Sanidad considera rotunda la necesidad de “reforzar la salud afectivo sexual en el entorno escolar”. María Luisa Carcedo ya en diciembre evidenció la falta de una materia sobre Educación para la Salud que diera nociones sobre el ámbito afectivo-sexual. A día de hoy, no existe nada similar en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria. Ya se propuso en aquel momento la colaboración con la rama educativa.
Ahora, en colaboración a su homólogo en Educación, ha dado un paso más el asunto, ya que ambos ramos proponen incluir temas “como el aborto entre las jóvenes, la maternidad fortuita o las ETS (enfermedades de transmisión sexual)”. Advirtió, además, de que el número de las prácticas de riesgo en este aspecto ha aumentado. Si no es la educación la mejor manera de prevención, ¿cuál es?
Ahora que no se sabe qué pasará con las propuestas socialistas, es de esperar que el Gobierno venidero tenga en cuenta un tema tan importante. Al fin y al cabo, de la educación afectivo sexual deriva la forma en que se relaciona la sociedad, como dice Isabel Celaá, “es imprescindible que se combatan conductas sexistas y la violencia de género”.