En la primera propuesta se pide que el gobierno apoye el compromiso con el feminismo tal y como viene en la Real Academia Española (RAE), “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”, además de apoyar las reivindicaciones de grupos feministas para que no se dé ni un paso atrás.

La segunda propuesta trata de rechazar cualquier acuerdo, explícito o implícito, que vaya a suprimir o reducir las medidas de protección de las mujeres, que no reconozcan la violencia de género o que ignoren este drama social y jamás negociar con los derechos de las mujeres.

La tercera propuesta trata de convertir la educación para fomentar la igualdad, diversidad y respeto, para intentar acabar con esta cultura machista e implantar una de igualdad además de formar a los profesionales de los centros escolares en materia de violencia de género con el fin de que atiendan de forma correcta a posibles víctimas.

La cuarta propuesta trata de promover un pacto con los agentes sociales con el objetivo de fomentar, estabilizar y promover el empleo de las mujeres tanto en el medio urbano como en el rural.

En la propuesta número seis se insta a la reapertura de líneas de subvenciones destinadas a las organizaciones de mujeres que trabajan en los ámbitos de igualdad y violencia de género. Con esto se tratará de vigilar que se cumplan las políticas de igualdad.

Y por último, la séptima medida, que se trata de cumplir con los compromisos adquiridos tras aprobar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Para tratar de reforzar y ampliar en la medida de lo posible las medidas que este contiene y aplicar recomendaciones de las Naciones Unidas con respecto a las mujeres.