Venezuela vive momentos de enorme tensión y se encuentra en una auténtica encrucijada que puede acabar con la fallida revolución bolivariana y con el régimen ‘chavista’ para abrir un tiempo democrático nuevo. Pero también puede desembocar en un conflicto armado de consecuencias nefastas para los ciudadanos y ciudadanas del país latinoamericano.

Ayer, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente “encargado” del país tras aprobar la cámara legislativa la decisión de que el actual presidente ha usurpado el poder y, por tanto, es ilegítimo desde el pasado 9 de enero cuando consideran que ha expirado el mandato de Maduro.

Dicha cámara legislativa es elegida por los ciudadanos y tras las últimas elecciones libres la oposición a Maduro consiguió una importante victoria que hizo que desde entonces controle esta institución. Pero, en 2017, Nicolás Maduro, decidió crear una Asamblea Constituyente paralela ya que dejó de reconocer a la AN salida de los comicios democráticos. Esta nueva Cámara, que no reconoce la oposición fue la que convocó las elecciones del pasado 20 de mayo en las que los líderes opositores pidieron a sus ciudadanos no participar. De hecho, la participación fue muy baja.

Ayer, Guaidó, se acogió al Artículo 233 de la Constitución de 1999 para proclamarse “presidente encargado”. Este precepto establece el proceso a seguir cuando haya “falta absoluta” del presidente o presidenta por motivos de muerte, renuncia, incapacidad, abandono o “revocatoria popular de su mandato”. Éste último punto es en el que se basa Guaidó para su autoproclamación como presidente para convocar elecciones en 30 días, periodo durante el cual el jefe del Estado es el presidente de la Asamblea.

Millones de venezolanos se echaron a la calle para apoyar los movimientos y la decisión de Guaidó ante la esperanza de que llegue a su país un nuevo tiempo democrático y se cierre la etapa chavista y la presidencia de Nicolás Maduro.

La reacción de Nicolás Maduro no tardó en llegar y lo hizo desde el balcón del Palacio de Miraflores donde se volvió a reivindicar su legitimidad y acusó a la oposición de estar dando un “golpe de estado” auspiciado por los Estados Unidos. “Solo el pueblo pone, solo el pueblo quita”, afirmó Maduro ante los miles de partidarios de su Gobierno.

El dirigente venezolano defendió que las elecciones del 20 de mayo que ganó con abrumadora facilidad son completamente legales y acusó nuevamente a la oposición de todos los males que vive su país. Insiste Maduro en que su país está viviendo un ataque orquestado por “el Gobierno imperialista de Estados Unidos” y sus “gobiernos satélites”. Por eso mandó romper relaciones diplomáticas con EEUU y dio un plazo de 72 horas para que el cuerpo diplomático estadounidense abandone el país y la embajada americana. El presidente Trump solo necesitó unas horas para posicionarse junto al nuevo presidente Guaidó y amenazó a Maduro con tomar todas las medidas necesarias para defender la constitucionalidad en el país.

Maduro, volvió a dirigirse a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para que se posicione junto a su Gobierno. Los militares venezolanos son el pilar fundamental del régimen chavista y por ello su posición ante los nuevos acontecimientos es determinante. Maduro, por su parte, les ha vuelto a exigir "máxima lealtad". Su ministro de Defensa, Vladimir Padrino, ha asegurado en Twitter que la FANB sigue junto al Gobierno. "Los soldados de la patria no aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley", ha escrito.

LA IMPORTANTE REACCIÓN INTERNACIONAL *

Ante esta situación es importantísimo la posición que tomen el resto de países americanos, especialmente los latinoamericanos, así como lo que decidan los países de la Unión Europea. En Europa, todos miran hacía España ya que la relación de nuestro país con Latinoamérica hace que la posición española sea fundamental para el resto de países europeos.

De los países que reconocen a Guaidó tras el acto protocolario en Caracas, destaca Estados Unidos, que por medio de su presidente Donald Trump lo reconoció como “legítimo de Venezuela”. “He reconocido oficialmente al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como el presidente interino de Venezuela”, publicó Trump en su cuenta de Twitter.

A esta postura se sumó el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien de igual forma anunció mediante un video su respaldo al opositor.

Además, once de los 14 países latinoamericanos pertenecientes al Grupo de Lima, reconocieron de igual forma a Juan Guaidó, fueron países como: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú, quienes firmaron un comunicado mediante el cual respaldaron el inicio de este proceso de transición.

La Unión Europea comunicó que se de en Venezuela el inicio inmediato de un proceso político que lleve a las elecciones libres y creíbles, “la Unión Europea apoya totalmente a la Asamblea Nacional como la institución elegida democráticamente, cuyos poderes necesitan ser restaurados y respetados”.

Además, señalaron que “los derechos civiles, la libertad y la seguridad de todos los miembros de la Asamblea, incluyendo a su presidente Juan Guaidó, necesitan ser observados y totalmente respetados”.

En México el portavoz de la presidencia, Jesús Ramírez, mantuvo su posición y que mantiene su relación con el gobierno legítimamente electo de Nicolás Maduro. Se desmarcó de la oposición del bloque del Grupo de Lima, afirmando que “no participará en el desconocimiento del gobierno de un país con el que mantiene relaciones diplomáticas”, apegándose al principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos.

En su cuenta de Twitter el presidente de Bolivia, Evo Morales, publicó un mensaje en el que mostraba su solidaridad con el pueblo venezolano, “nuestra solidaridad con el pueblo venezolano y el hermano Nicolás Maduro, en estas horas decisivas en que las garras del imperialismo buscan nuevamente herir de muerte la democracia y autodeterminación de los pueblos de Sudamérica. Nunca más vamos a ser patio trasero de EEUU”.

El cubano Miguel Díaz-Canel, expresó su solidaridad con su homólogo venezolano, quien criticó los intentos imperialistas para desacreditar y desestabilizar a la Revolución Bolivariana.

El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalvez, manifestó su “apoyo irrestricto” al presidente Maduro; también el ministro de Relaciones del país caribeño, Bruno Rodríguez Parrilla, señaló: “firme apoyo y solidaridad” de Cuba con el jefe de Estado venezolano y dijo que la voluntad soberana del pueblo de Venezuela prevalecerá frente a la intervención imperialista.

Rusia señaló a través del Ministerio de Exteriores que apoya al Gobierno de Nicolás Maduro. “Condenamos a los que empujan a la sociedad venezolana al abismo de una contienda sangrienta”.

REACCIONES EN ESPAÑA

En nuestro país, Albert Rivera, líder de Ciudadanos; y Pablo Casado, presidente del PP, reclaman ya al Gobierno de Pedro Sánchez que legitime al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, ya que supone una oportunidad histórica para abrir en Venezuela el camino hacia una verdadera democracia.

El ex presidente socialista, Felipe González, líder con gran peso en los países latinoamericanos ha reclamado que los países de la Unión Europea y los países “democráticos” de América reconozcan a Juan Guaidó como presidente legítimo. “Ningún demócrata sea cual sea su posición ideológica o su responsabilidad institucional puede aceptar a Maduro como presidente legítimo de Venezuela”, afirmó González.

En este sentido, defendió la legitimidad del presidente del poder legislativo en Venezuela. "La Asamblea Nacional es la representante legítima de la soberanía nacional, nacida de elecciones libres y Constitucionalmente responsable de llenar el vacío de poder en la Presidencia de la República, usurpada por Nicolás Maduro", subrayó Felipe González.

También hay voces muy críticas en España con lo que está ocurriendo en Venezuela. Los líderes de Izquierda Unida y de Unidos Podemos, Alberto Garzón y Pablo Iglesias, han denunciado con contundencia a través de sus redes sociales lo ocurrido en el país latinoamericano que lo califican como “golpe de Estado” y se posicionan del lado de Nicolás Maduro.

El Gobierno de España no ha tomado una posición aún, pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está en Davos participando en una cumbre internacional, ha mantenido una rueda de conversaciones con diferentes líderes de los países latinoamericanos. También ha hablado vía telefónica con el autoproclamado presidente Juan Guaidó para determinar la posición oficial de España ante los acontecimientos que se están viviendo.

Según han informado desde Moncloa, el presidente de España, Pedro Sánchez, ha trasladado a Juan Guaidó que la salida “idónea y natural” es la celebración de unas elecciones democráticas y transparentes. Aunque Sánchez no ha expresado un apoyo explícito a Guaidó le ha trasladado el apoyo de la UE a la Asamblea Nacional Venezolana, cuya legitimidad considera “indiscutible”. Sin embargo, España quiere mantener la unidad europea y que la posición de la UE se defina en un Consejo de Asuntos Exteriores para mostrar la posición de España.

Desde Venezuela, Juan Guaidó, acaba de publicar en Twitter que Pedro Sánchez la ha trasladado su total respaldo para que un Gobierno de transición lleve al país a tener unas elecciones libres.

* Información de Dafni Rojas