Los taxistas madrileños que llevan desde el lunes en las calles de la capital protestando ante la falta de regulación del sector y su “lucha” contra los VTC (Vehículos Turismo con Conductor) se recrudecen cada día que pasa. Si ayer cortaron carreteras tan importantes como la Autovía A-2, hoy miércoles están concentrados alrededor de los pabellones de los recintos feriales de Madrid donde los Reyes de España inauguran FITUR.

Uno de los certámenes marcados en rojo en la capital de España es FITUR, la Feria Internacional de Turismo que trae a Madrid a más de 150.000 profesionales del turismo mundial procedentes de más de 160 países. Por ello las protestas de los taxistas están poniendo en peligro el normal desarrollo de la feria ya que llevan desde ayer martes rodeando las instalaciones del IFEMA para impedir el acceso a las personas que quieren acceder a la Feria.

Desde primeras horas de la mañana, los conductores del taxi han procedido a la quema de neumáticos y contenedores en las calles aledañas a IFEMA.

Vigilando sus movimientos están también agentes de la policía que han desplegado un fuerte dispositivo para impedir el corte de carreteras. Bomberos de Madrid también están presentes en la zona por si tuvieran que actuar por la quema de más contenedores.

Las manifestaciones de hoy seguirán en los próximos días ya que las negociaciones de los representantes del taxi con el Gobierno regional están lejos de llegar a un acuerdo. En la tarde noche de ayer, tuvieron una reunión en la Consejería de Transportes donde ambas partes pusieron de manifiesto sus posturas. Los taxistas quieren que el Gobierno regional legisle para obligar a las VTC a tener un periodo de pre contratación importante. Los taxistas madrileños quieren un acuerdo similar al que la Generalitat ha ofrecido en el que impone un tiempo de pre contratación mínimo de 15 minutos que pueda ser ampliado a una hora, como así ha hecho el Área Metropolitana de Barcelona. Sin embargo, las empresas de VTC afirman que esta medida puede hacer que abandonen su actividad en aquellas ciudades donde se imponga. El presidente madrileño, Ángel Garrido, afirmó ayer que no está dispuesto a acabar con todo un sector porque una parte le imponga legislar de una manera determinada. La postura oficial del Ejecutivo Regional es que no tiene competencias para establecer dicho tiempo de pre contratación y ofrecen realizar un decreto express para regular el mercado, pero deja en manos de los ayuntamientos la decisión del tiempo previo con el que se puede contratar los servicios de un coche VTC. Dicen desde el Ejecutivo regional que no es lo mismo Madrid con miles de taxis y de coches VTC que otras ciudades en las que no hay tanta oferta de taxis.

El atropello de un taxista, el incidente más grave de las movilizaciones

En el día de ayer se produjeron acciones violentas muy puntuales pero graves. Los taxistas a media mañana cortaron la autovía A-2 y la carretera de acceso al aeropuerto y se vivieron momentos de mucha tensión entre los policías y los manifestantes. En uno de esos “cortes” un vehículo VTC que pasaba por la zona arrolló a dos taxistas que se echaron encima del coche con la intención de pararle. Uno de los taxistas cayó al suelo y se dio un fuerte golpe en la cabeza que le ha producido un traumatismo cranoencefálico y tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario. El conductor del VTC se dio a la fuga y horas más tarde se presentó voluntariamente en un cuartel de la Guardia Civil. Se le tomó declaración y fue puesto en libertad.

Estos incidentes, vienen precedidos por los que se produjeron en Barcelona donde algunos taxistas se dedicaron a atacar a los coches VTC que se iban encontrando a los que rompían las lunas y los espejos retrovisores. En el caso más grave, que emitieron todas las televisiones, varios taxistas rodearon un coche y su conductor sufrió una grave crisis de ansiedad ante el ataque violento.

Los portavoces de los taxistas siguen lanzando mensajes de tranquilidad, pero contundentes. Condenan los actos violentos y afirman que sus manifestaciones son pacíficas, pero pretenden hacer todo lo posible para que sus protestas sean tenidas en cuenta por las distintas administraciones.