"Lo que no se incluye en Presupuestos, no existe". Así empieza su exposición Pepa Pardo. La portavoz socialista en la Comisión de Mujer de la Asamblea de Madrid se muestra preocupada por lo que, a su juicio, es una mentira tras otra del Gobierno popular y el retroceso que en la lucha por la consecución de la igualdad y contra la violencia de género puede suponer. Utiliza un ejemplo muy visual: las políticas de igualdad no son como una carretera. De una carretera se pueden construir este año 15 kilómetros, pararla y dos años después continuar por donde se dejó. En igualdad, "si paramos, retrocedemos", asegura Pardo. Los frenos a la inversión suponen retrocesos. Lo que se abandona hoy, cuesta mucho recuperarlo. Por eso "hay que estar vigilantes". Una forma muy visual de explicar la realidad que supone que la Comunidad de Madrid, habiendo aprobado hasta dos planes estratégicos contra la violencia de género y para la lucha por la igualdad, no haya presupuestado más de la mitad de lo comprometido en esas estrategias. Y dentro de lo presupuestado, solo un 23% se ha ejecutado. Para Pardo, es un riesgo cierto que "una posible reedición en Madrid del pacto andaluz de PP, Ciudadanos y, en segunda línea, Vox utilice los derechos de la mujer en la negociación para mantenerse en el poder".

A su juicio, la Comunidad de Madrid es una de las regiones con mayor potencial, lo que convierte en intolerable que se registren las mayores desigualdades. Los datos reflejan una tasa de actividad femenina 11 puntos menor que la masculina, así como un desempleo 10,5 puntos mayor (pese a ser más las graduadas que los graduados). Además, en la comunidad la brecha salarial alcanza el 25% y las tasas de temporalidad, jornadas parciales y segregación ocupacional la sitúan lejos de la igualdad real entre mujeres y hombres. De ahí la importancia de los Presupuestos, de su cuantía y de su objeto, para revertir esta situación y dar pasos reales. A juicio de Pepa Pardo, "la falta de compromiso y voluntad política en materia de igualdad del Gobierno del PP, apoyado por Ciudadanos, es evidente". "El Gobierno popular nunca tuvo intención de cumplir lo que aprobaron. De los 266 millones de euros comprometidos entre 2015 y 2018 para lucha contra la violencia de género y promoción de la igualdad solo se han incluido en presupuestos 136 y ejecutado 62", explica.

De ahí que este pleno monográfico vaya a suponer para el Grupo Socialista una oportunidad para pedir un balance de legislatura en este tema tan sensible e importante y pedirán que el Gobierno informe del grado de cumplimiento de lo prometido.

Cambio en el enfoque de las políticas

El Partido Socialista presentará una serie de resoluciones al Pleno en las que plasmará su cambio de enfoque a la hora de abordar las políticas de igualdad y lucha contra la violencia de género. No basta con políticas reactivas, sino que son imprescindibles, a juicio del Grupo Socialista, políticas que eduquen y prevengan los comportamientos violentos y la resolución violenta de los conflictos. "Educar en la igualdad y en el respeto, ya que sin eso, no hay nada", asegura Pardo. Por eso, es importante a juicio de este grupo recuperar una asignatura reglada que transmita estos valores, al estilo de lo que supuso Educación para la Ciudadanía, y así cambiar las pautas machistas y ayudar a corregir las desigualdades.

Para el Grupo Socialista ha de enfocarse preeminentemente la empleabilidad de las mujeres, ya que esto supone una independencia económica que permite mayor libertad a la hora de tomar las decisiones. Así, propondrán al Gobierno generar oportunidades en forma de prácticas para universitarias en instituciones públicas que necesiten ganar la experiencia necesaria para ser contratadas en empresas, así como la recuperación de las subvenciones para fomentar el tejido asociativo en la comunidad, apostando por la cogestión de las políticas de igualdad con esas asociaciones de la sociedad civil.

Además, el Grupo Socialista trabajará en una ley específica que ampare a familias monoparentales (entre las que un 90% son monomarentales), así como en una mayor inversión en profesionales especialistas en violencia de género para que el trabajo en las casas de acogida suponga una ayuda para la recuperación integral de las víctimas.