Previsiblemente el día 15, Juanma Moreno será investido presidente de Andalucía. Pero aún no ha tomado posesión y ya tendrá que “apagar” el primer fuego de un Gobierno, forzado y mal mirado desde Europa, que ellos mismos denominarían Frankenstein. El PP se pondrá al frente de esta triple alianza entre Ciudadanos, la extrema derecha de Vox y la derecha más reaccionaria de Casado, incluso con importantes dirigentes populares en contra. Para ello, el PP ha firmado dos acuerdos, uno en Andalucía y otro "en Madrid". El primero, acuerdo programático con Cs de 90 medidas con la estructura del futuro Gobierno que se repartirán casi a partes iguales. Para que salgan las cuentas, ha sido necesario que, desde Madrid, Pablo Casado Santiago Abascal hayan añadido a esta llamado Pacto de la Vergüenza, otro acuerdo que incluye 37 medidas que obligan a Moreno a cumplir e implantar algunas de las radicales políticas que exige la extrema derecha. Los primeros desencuentros han venido a cuenta de la configuración del nuevo Ejecutivo y también por la inclusión de medidas como la derogación de la Ley de Memoria Histórica. Mientras toda la prensa europea se lleva las manos a la cabeza con la chapuza de Andalucía y el blanqueo de la ultraderecha, en España los medios ultra ya venden el pacto como victoria del PP sobre la extrema derecha.
No han pasado ni 24 horas desde que el Partido Popular firmara sendos acuerdos con Ciudadanos y con la extrema derecha en Sevilla y en Madrid para llegar a la presidencia de la Junta de Andalucía cuando ya se han producido los primeros desencuentros entre Ciudadanos y Vox. Juan Marín, líder de Cs en Andalucía y a la postre futuro vicepresidente del próximo Gobierno, dejaba claro en la mañana de este jueves que lo firmado entre PP y Vox no les obliga a nada y así lo quieren plasmar ante la galería desde el minuto uno. La reacción de los ultra ha sido inmediata.
De entre las medidas que la extrema derecha de Santiago Abascal firmó con el PP radicalizado de Pablo Casado, "en Madrid", casi riéndose de sus líderes andaluces, se incluye la creación de una consejería exclusiva de familia. Sin embargo, Marín ha recordado que ellos ya acordaron con el PP la inclusión de este área en una consejería mayor de Políticas Sociales, Igualdad, Conciliación y Familia. En seguida, Javier Ortega Smith, ex militar y actual secretario general ultraderechista, acusó a los de Rivera de querer “maniobrar” para “diluir” dicha consejería con más asuntos por lo que afirmó que “Ciudadanos no entiende las cosas, ni el juego democrático".
Para Ortega Smith, "la prepotencia de Ciudadanos no tiene cabida en el juego democrático”. Además da por hecho que dicha consejería exclusiva para temas de Familia será asumida por el propio Partido Popular, de otra manera, la formación de extrema derecha podría ver ya una deslealtad y el primer incumplimiento de lo firmado. Por tanto, Juanma Moreno está obligado a buscar una solución salomónica para no quebrar el imposible equilibrio en el que se sustentará su Ejecutivo.
Estos primeros movimientos, lo que están evidenciando es que Andalucía va a tener dos gobiernos, uno en Madrid y otro en Sevilla. El sevillano, de Juanma Moreno, Juan Marín y el juez prevaricador de Vox, Francisco Serrano, en la Junta de Andalucía, y el de Casado, Rivera y Abascal, en Madrid. En cualquier caso, Abascal ha dejado bien claro que ellos siempre tendrán la última palabra y nada se hará sin ser compulsado. Sin este este último sello ninguna medida saldrá adelante.
Dede Madrid, el propio líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se esforzaba también en poner distancia con la extrema derecha con la que, ha dicho, no quiere salir en la foto pero si aceptar sus votos y sus exigencias. Rivera se felicitaba porque Vox tuvo que rectificar de sus primeras intenciones (pidió la inclusión de 19 medidas entre las que se encontraba la derogación de la Ley Integral contra la Violencia de Género). “Han tenido que dar un paso atrás y han tenido que rectificar”, afirmó el presidente de Cs. “Ni un paso atrás, no va a haber un solo euro que se retire a una mujer que se le da una solución habitacional y no quiero que se le quiten pulseras a los maltratadores”, aclaró Rivera. Mientras tanto Vox advierte que ellos tendrán la última palabra en las medidas a llevara cabo en el día a día. Y en esto si han sido claros desde el primer momento.
Tanto es así que el partido ultra escribe en su propia WEB acerca del acuerdo con el PP y asegura que se creará una “consejería de Familia”, que la Junta colaborará para la “deportación de 52.000 inmigrantes ilegales”, que “se derogará la totalitaria Ley de Memoria Histórica” o que se “eliminarán subvenciones a lobbies ideológicos”. Esta última medida hace clara alusión al movimiento feminista que el partido de Abascal considera uno de sus principales enemigos.
Con la Ley de Memoria Histórica también empiezan los problemas ya que Ciudadanos ha afirmado por boca de Juan Marín que su partido “no está por su derogación” y que si algún partido quiere proponer otra cosa que lo lleve al Parlamento como proposición de Ley, pero que el Gobierno del que Cs formará parte no trabajará para llevar a la cámara regional un proyecto de ley que sustituya o liquide la actual legislación en este asunto.
Estos primeros desencuentros no sólo son la evidente falta de sintonía entre Ciudadanos y Vox , sino también la reacción vergonzante de un partido como CS que se ha vendido en Europa como centrista y liberal y que está de facto blanqueando y dando entrada a la extrema derecna en un gobierno regional europeo. Vox es anti europeísta y anti autonomista, es decir, partidario de salir de Europa y de abolir las Autonomías, por lo que esta Legislatura se prevé muy complicada. Y eso que aún no han entrado en materia. Cuando tengan que ponerse a trabajar en el proyecto de presupuestos para este 2019, las diferencias se prevén insalvables.
De momento, el próximo 15 y 16 de enero el Parlamento de Andalucía celebrará el debate de Investidura y no parece que vaya a ser un camino de rosas para el candidato Juanma Moreno. Además, por si fueran pocos los problemas que llegaran desde dentro, enfrente tendrá una oposición liderada por Susana Díaz que no piensa dar tregua a lo que denomina el “pacto de la vergüenza” de Cs y PP con la extrema derecha.