"Los hombres que no amaban a las mujeres" de Stieg Larsson, es la primera novela de la serie Millenium, que ofrece a los lectores un personaje femenino extraordinariamente atractivo: Una mujer objeto de abuso o maltrato repetidamente; que consigue castigar violentamente a quien la humilla o golpea. La literatura, como espejo de la realidad, está plagada de personajes femeninos violados y maltratados victimas de abusos, pero excepto en los comics que retratan a super women, nosotras perdemos. Y el éxito de este best seller en concreto, se basa en la autodefensa...¿Deberíamos defendernos violentamente o bastaría el estado de derecho? ¿Y si desaparecen las leyes que nos protegen?

En ninguna de las otras novelas que he estado ojeando existe la venganza contra el maltratador. En uno de los documentos fundacionales de la literatura española, el Cantar de Mío Cid (1140) existe un pasaje de maltrato femenino, la llamada Afrenta de Corpes que es el primer relato más o menos pormenorizado de un episodio de esta índole de nuestra tradición literaria en el que los infantes Ferrán y Diego González, que se han casado con las hijas del Cid, las abandonan en el campo dadas por muertas, desnudas y malheridas, tras haberlas golpeado y herido con sus armas. Los infantes son hombres que hacen víctimas de su fracaso social a sus mujeres, en venganza por la publicación de su inferioridad en valor y en honor....Una mujer en Berlin es el testimonio anónimo de una mujer que sufrió las agresiones sexuales y las violaciones de los soldados rusos justo después de que finalizara la Segunda Guerra Mundial. No hubo justicia para su humillación. En los años posteriores a la guerra fueron violadas mas de cien mil mujeres en Berlin. Cuando entraron los rusos en los refugios, cualquier mujer podía ser tomada de las muñecas y agarrada de la garganta y por supuesto violada.

En otro relato la afroamericana Maya Angelou publicó Yo se porque canta el pájaro enjaulado, una obra autobiográfica en la que describe la violación de Ritie, una niña de ocho años, a manos de la pareja de su madre.

Pero claro, la sociedad nos ha educado para no golpear a un hombre que no quiere saber que solo Si, es Si, y que ha impuesto durante años la ley del silencio. Es lo que ocurre en la novela "2666" del escritor chileno Roberto Bolaño sobre los feminicidios en la ciudad mexicana de Ciudad Juárez, llamada Santa Teresa en la novela. La violencia irracional e institucionalizada, la incompetencia de las autoridades para frenar una ola de crímenes contra las mujeres y la instalación en la sociedad misma de la apariencia de normalidad ante estos crímenes es contrastada por el autor, con la Alemania nazi y el horror aceptado y permitido por la sociedad.

Hemos comenzado 2019 con muy mal pie porque los violadores constatan que los miembros de la manada caminan libres por la calle y además son famosos. Los medios les entrevistan y su abogado les defiende como si no hubieran hecho absolutamente nada ¿Quien se acuerda ya de la victima?. Otros aprendices de la manada repiten la hazaña.

Y desde Brasil nos dicen que las niñas de rosa y los niños de azul.

No saben que hace años el color rosa era el color de los niños porque se consideraba mas decidido y fuerte y el de las niñas era el azul mas delicado y amable. (Hay que tener en cuenta que el rosa se asociaba al rojo, el color de la sangre y del vigor).

En fin ...asistimos en 2019 al renacimiento de los hombres que no aman a las mujeres, ni siquiera a la suya. Son esos que nos terminaran poniendo la estrella rosa de exterminio en la solapa.

El integrismo que nos acecha, irá evacuando de este mundo a los que nos consideramos distintos. Y si no al tiempo. Mientras tanto los políticos de un mundo paralelo recuentan votos.