Durante estas navidades se ha criticado al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por utilizar el avión oficial, el Falcon 900B del Ejército del Aire, para desplazarse a Lanzarote para pasar sus vacaciones. ¿Es el primer presidente que lleva a cabo esta práctica? Tras cuarenta años de democracia y cinco ex presidentes, la respuesta es no. De hecho, todos los Gobiernos lo han utilizado. Incluso aquellos que lo criticaron en la oposición.
Cuando era líder de la oposición, Mariano Rajoy criticó duramente a José Luís Rodríguez Zapatero por utilizar el avión presidencial para asistir a un mitin socialista de la campaña de las elecciones europeas en 2009. Prometió no hacerlo si llegaba a Moncloa y regular su uso. Pero llegó 2011 y, ¿qué hizo el Mariano Rajoy presidente? Desplazarse a un mitin del Partido Popular en Vigo desde Bruselas (donde había participado en un Consejo Europeo) utilizando el Falcon 900B de las Fuerzas Aéreas. ¿Una incoherencia que hoy olvidan desde la oposición? Tal vez.
El uso de medios aéreos a disposición de Casa Real y Gobierno no está regulado por ley, solo por el Código de Buen Gobierno que aprobó el Ejecutivo de Zapatero en 2005. De ahí que no haya base legal para buscarles un posible delito, pero desde luego que la hay para hacer crítica política e incluso ir más allá, apoyar el relato que se cuenta del Presidente Sánchez desde la moción de censura. Tanto PP como Ciudadanos se esfuerzan desde junio en presentar a Sánchez como alguien cuya única motivación es el cargo por el cargo. Elevar el salario mínimo a 900 euros, subir el sueldo de los funcionarios, las pensiones de los jubilados o recuperar la sanidad universal son, por contra, algunas de las medidas que en apenas seis meses se han llevado a cabo.
En 2012, el entonces Presidente Rajoy utilizó el avión para desplazarse a la Eurocopa que jugaba España el día después de que España solicitase el rescate financiero a Bruselas. Ese mismo año tuvo lugar el mitin del PP en Vigo al que antes se hacía referencia. En este viaje, además, se sirvió un cátering a razón de 1000 euros el cubierto. Zapatero también utilizó este medio de transporte para realizar un viaje privado a Londres tras una reunión con el embajador en Reino Unido, igual que Pedro Sánchez acudió al concierto de The Killers aprovechando tras una visita institucional al presidente valenciano Ximo Puig. José María Aznar usó en 2003 el helicóptero presidencial para desplazarse a los mítines del PP en la campaña electoral. Incluso en los 80 ya se produjo alguna polémica por el uso por parte de Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno, del avión para volver de Portugal evitando un atasco en coche.
¿Por qué si todos los gobiernos han utilizado el avión presidencial es Pedro Sánchez objeto de estas críticas?
Porque necesitan poca elaboración. Son una cuestión de lanzarlas y dejar que se viralicen en redes sociales. Su recorrido es escaso más allá de contribuir a la caricatura o generar un contenido negativo que ponga el foco en algo que no sean las decisiones del Consejo de Ministros. Así, tanto Pablo Casado como Albert Rivera abonan la campaña de desprestigio institucional del Gobierno de España, más allá del político, que desde junio llevan a cabo para presentar a Sánchez como ilegítimo. Pero no debería extrañar demasiado que el Presidente del Gobierno, en el ejercicio de su cargo, utilice por motivos de seguridad e incluso logística los recursos que por ley tiene a su disposición.
El Presidente puede usar el avión, vale. ¿Pero y los acompañantes?
Aquí tampoco hay regulación. La familia del Presidente tiene cierta lógica que viajen en el mismo medio que él si viajan al mismo destino. En este caso, también anteriores gobiernos han desplazado invitados en los aviones oficiales. Por ejemplo, el marido de María Dolores de Cospedal la acompañó a Australia en 2017 y la familia del ex ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, fue con él a Bruselas en 2016. Estos datos se conocieron en enero pasado a raíz de una orden judicial de la Audiencia Nacional.