El president Torra también ha asegurado que se asegurarán los derechos de libertad de expresión y libertar de concentración. Por su parte, el presidente Pedro Sánchez afirma que “el tiempo que dediquen a hablar de autodeterminación, él lo dedicará a hablar de reconstrucción del Estado de Bienestar”.
El viernes 21 de diciembre, el Gobierno de Pedro Sánchez tiene que pasar una prueba de fuego con la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona. Será, como dice el ministro Josep Borrell, la prueba del algodón.
En la ciudad Condal le espera al Ejecutivo un ambiente tremendamente enrarecido. Los independentistas quieren ocupar la calle y hacerse oír. Lo que teme todo el mundo es que las protestas se conviertan en graves altercados. Por eso, el presidente de la Generalitat afirmó este pasado fin de semana que la Generalitat garantizaría plenamente la seguridad en el Consejo de Ministros, pero también garantizó que los ciudadanos tendrían garantizada la libertad de expresión y la libertad de concentración.
En sus declaraciones, Torra pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que “haga caso a lo que expresa la sociedad catalana y que no se deje llevar por la derecha y la ultraderecha española”. Los partidos conservadores, PP y Ciudadanos; y la extrema derecha, piden a gritos la aplicación nuevamente del artículo 155 de la Constitución, aunque no se tenga base jurídica para ello. Y por eso desde Cataluña quieren que Sánchez “sea valiente, que tenga coraje, y que quiera tener ese diálogo abierto y sincero”. “Nosotros – continúa el president- le pedimos hablar de lo que la sociedad catalana quiere”.
En cuanto a la seguridad, Torra apuntó, refiriéndose a los Mossos que “Catalunya está al lado de los Mossos, porque estamos al lado de aquellos que nos permiten a todos hacer nuestro trabajo con seguridad cada día”.
Por parte del Gobierno central, se espera que el 21 de diciembre sea el principio de la búsqueda de soluciones política que aleje a todos de los extremos y se empiece a vislumbrar el final de un asunto que amenaza con radicalizar la política española y catalana hasta extremos nunca vistos. “la celebración de un Consejo de Ministros en Barcelona es una muestra de respeto y aprecio a Catalunya, como lo fue ir a Sevilla. Acercar el Consejo a la España autonómica no es más que un gesto de concordia. No toda la vida política para en Madrid”, asegura el presidente Pedro Sánchez.
Se espera que ese Consejo de Ministros sea para dar luz verde a medidas que mejoren la vida de los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya, que también sufren y han sufrido la crisis económica y que también quieren ver como se supera la época de recortes. Por poner un ejemplo, los funcionarios catalanes son de los pocos que aún no han recuperado la paga extra que se les quitó por culpa de la mala situación económica.
Precisamente la portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Isabel Celaá, está convencida de que el Consejo de Ministros de Barcelona se celebrará con normalidad. “Los dos gobiernos tienen que coordinarse y todo se hará con normalidad”.
De la misma opinión es la presidente del PSOE, Cristina Narbona que manifestaba este pasado domingo que “nuestro presidente merece un apoyo por el esfuerzo que está haciendo en Catalunya”. Al mismo tiempo, aseguró que el Gobierno “va a mantener el imperio de la ley” y que, además, “va a mantener las puertas abiertas al diálogo”.
La presidenta socialista reclamó a Quim Torra que se abra al diálogo “pero siempre dentro de la Constitución” para acabar con el miedo y la vulnerabilidad que sienten gran parte de los catalanes.