Albert Rivera ha anunciado que la Ejecutiva de Ciudadanos ha aprobado por unanimidad negociar un nuevo Gobierno en la Junta de Andalucía con el Partido Popular y le ha pedido al PSOE que asuma la derrota y piense ya en pasar a la oposición.
La Ejecutiva de Ciudadanos ha aprobado en la mañana de hoy su política de pactos tras las elecciones andaluzas y ha decidido que su “socio” prioritario será el Partido Popular con quien comenzará a negociar el futuro gobierno de la Junta de Andalucía.
Así lo ha anunciado Albert Rivera “la Ejecutiva de hoy, por unanimidad, ha otorgado un mandato para negociar un nuevo Gobierno en la Junta El mandato tiene tres premisas fundamentales. La primera de ellas es que haya cambio. Los andaluces votaron cambio, y vamos a ejecutar el cambio. Así que le pido al PSOE que asuma la derrota. Es lo primero que tiene que suceder para que haya un cambio político. El segundo mandato es negociar y conseguir la presidencia de la Junta de Andalucía. Tiene que haber un partido que sea limpio y no tenga casos de corrupción pendientes en los juzgados. Y tienen que ser un líder y un partido político que haya vuelto a crecer y que haya tenido un espaldarazo, y no que le hayan quitado votos los andaluces”.
Esta decisión de Ciudadanos despeja una de las dudas que se cernían sobre el futuro más cercano en la política andaluza. El partido de Rivera decide de esta forma mirar claramente a la derecha “vamos a priorizar para negociar con el PP. Esos dos partidos tienen que negociar el Gobierno. Ha habido casi un empate técnico”, ha señalado el líder de la formación naranja.
El análisis que realizan desde Ciudadanos es que los andaluces han manifestado con sus votos que quieren que haya un vuelco político en la región, olvidando que la primera opción de los ciudadanos y ciudadanas de Andalucía ha sido una vez más el PSOE de Susana Díaz. Las negociaciones que ahora comienzan con el PP no tienen garantizado el éxito ya que tanto PP como Ciudadanos siguen reclamando para sí la presidencia de la Junta. Como no puede haber dos presidentes pues será el primer escollo que deberán solventar.
Hay otra circunstancia no menor que deberán resolver, sobre todo Ciudadanos, y es el papel que obligatoriamente debe jugar la ultraderecha de Vox en estos pactos si quieren llegar a Palacio de San Telmo. Tanto el Partido Popular como Ciudadanos deben tener en cuenta que necesitan el apoyo de los doce nuevos diputados de Vox, la extrema derecha española que acaba de estrenarse en el parlamento andaluz. Para el PP no supone ningún problema recibir el apoyo e incluso contar con la participación en su futuro Gobierno de una formación que incluye entre sus preceptos ideas xenófobas, machistas y antieuropeas. Sin embargo, Ciudadanos tendrá dificilísimo justificar su decisión de aceptar el apoyo de la ultraderecha. Incluso los liberales europeos donde se integra la formación de Rivera en el Parlamento Europeo han avisado que no se debe pactar absolutamente nada con un partido como Vox. Tampoco lo tendrá fácil Manuel Vals en Barcelona si el partido que le ha acogido para las municipales de mayo sigue con sus coqueteos con Vox en Andalucía.
Rivera no ha descartado el apoyo de Vox para un posible gobierno de Ciudadanos y PP e incluso ha pedido al PSOE que se abstenga y permita “un cambio” en esta comunidad y que Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, lidere el nuevo Gobierno. La decisión adoptada por Ciudadanos es de alto riesgo y puede suponer un error que la formación naranja pague caro en futuras citas electorales.