Con el objetivo de coordinar políticas, estrategias e iniciativas en supercomputación, España y Portugal firmaron durante la XXX Cumbre un acuerdo para la creación de la Red Ibérica de Computación Avanzada en 2019.

Ambos países colaborarán para que el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) acoja un supercomputador de pre-exaescala, además de reforzar de trabajar en áreas del espacio, agricultura de precisión, nanotecnología o luz de sincrotrón.

Entre otros temas como computación distribuida y computación cuántica, potenciarán distintas áreas científico-tecnológicas, tales como la medicina, la industria farmacéutica y biotecnológica, la agroindustria, los nuevos materiales, la energía, la seguridad o las comunicaciones.

Ambos países han acordado igualmente una candidatura única para que el BSC-CNS pueda acoger una máquina de pre-exaescala en 2021, dentro de la iniciativa EuroHPC (European High- Perfomance Computing Joint Undertaking). Portugal aportará el 5% del coste total del proyecto durante cinco años, obteniendo a cambio un uso prioritario del uso de la infraestructura.

Además en el acuerdo contemplan la participación española en proyectos portugueses de infraestructuras de computación de alto rendimiento, como el Minho Advanced Computer Center (MACC) y el proyecto del AIR_DataNet, dentro del Centro Internacional de Investigación del Atlántico (AirCenter).