Los “odotipos” cada vez son más utilizados por las marcas, se estima que pueden incrementar las ventas un 25%. Las personas pueden recordar un 35% lo que huelen frente al 5% de lo que ven.
Todo el mundo conoce los logotipos de utilizados por las grandes marcas para diferenciarse del resto. Los colores o las formas que representan a una compañía son esenciales para una campaña de marketing. Pero ¿Qué hay de los “odotipos”? Un odotipo es la asociación de una marca a un olor.
Se crean a través del marketing olfativo, una modalidad que, aunque hace unos años era secundaria, se está convirtiendo en el principal objetivo de muchas tiendas y compañías.
Se puede definir el marketing olfativo como una técnica que utiliza la memoria olfativa para crear un vínculo entre el consumidor y la marca, de esta manera se fideliza a los clientes y se consigue aumentar las ventas.
Las grandes marcas se han centrado históricamente en llenar sus tiendas de colores representativos, preciosos escaparates y música acorde con lo que quieren transmitir. Pero, según expertos, las personas pueden recordar únicamente un 5% las cosas que ven y un 2% las que oyen. Por el contrario, el ser humano es capaz de recordar un 35% de los olores. Acorde con estos datos, sería más lógico invertir en marketing olfativo que en cualquier otro tipo de marketing.
Esto ha pasado de ser una tendencia a ser una opción asentada, alrededor del 35% de las 1.000 mejores marcas ya lo utilizan.
Los primeros casos se dieron hace 15 años en los parques temáticos de Disney en EEUU, dónde se empezó a implantar un conocido olor a palomitas de maíz para llegar de forma mucho más directa a los usuarios.
Estudios importantes afirman las numerosas ventajas de este fenómeno. Una investigación realizada por el psicólogo Eric Spangenberg, demostró que el olor a vainilla en una tienda de productos femeninos hizo que se doblasen las ventas respecto a otro establecimiento con las mismas características, pero sin el aroma. Otra investigación interesante fue la del Scent Marketing Institude, donde se probó que olor a jazmín favorecía la concentración y se empezó a implementar en las oficinas.
Pero ¿Qué olores se deben poner a cada tienda? Es importante, como para todo, diferenciar según el target. Para cada grupo de clientes será óptimo un olor diferente. También, es importante aromatizar acorde con los valores e ideas que el establecimiento quiere transmitir, esto ayudará a reforzar el branding de la marca.
Pese a la personalización de aromas según la persona, hay aspectos generales que hay que tener en cuenta. Se ha demostrado que los olores que recuerdan a la infancia incitan a la compra sea cual sea el establecimiento y tipo de producto.
Con la llegada de la campaña navideña, los olores de las tiendas que más frecuentamos probablemente serán modificados. Los olores a
abeto o turrón son característicos de la época de navidad, así el consumidor se sentirá en un ambiente mucho más cómodo y familiar.