El borrador acordado con las autoridades comunitarias para abordar una salida ordenada de la Unión Europea ha abierto una crisis política en el Ejecutivo de May.
El Brexit está suponiendo para los británicos y auténtico quebradero de cabeza que amenaza con llevarse por delante a todos. Hace dos días, la primera ministra Theresa May anunciaba que había llegado a un acuerdo con las autoridades comunitarias para le salida del Reino Unido de la Unión Europea. Se había salvado el escollo que supone la frontera de las dos Irlandas. Con el preacuerdo en la mano, May llamó uno por uno a todos sus ministros para presentarles las líneas generales acordadas. Y finalmente consiguió que su Ejecutivo aprobara los términos.
Pero el precio del acuerdo es muy caro. En la mañana de hoy una cascada de dimisiones se han venido produciendo, ahondando aún más en la crisis. Dominic Raab, interlocutor director con Bruselas en los últimos meses ha sido el cese más destacado. A él se han unido la viceministra Suella Braverman y también el secretario de Estado británico para Irlanda del Norte Shailesh Vara.
Raab ha justificado su decisión a través de su cuenta de Twitter en la que afirma que “no puedo encajar los términos del acuerdo propuesto con las promesas de que hicimos al país en nuestro programa electoral. Es una cuestión de confianza pública”.
El régimen regulatorio propuesto para Irlanda del Norte es uno de los motivos de la dimisión de Raab que considera “una amenaza muy real para la integridad de Reino Unido”.
Por su parte, Shailesh Vara ha dimitido también por su desacuerdo con los términos alcanzados ya que en su opinión se ha elegido una fórmula “a medio camino” entre seguir en la UE y abandonarla.
La Unión Europea celebra la decisión
Desde el otro lado de la mesa de negociación, la UE, Donald Tusk celebró este jueves la decisión que ha tomado el Gobierno Británico y anuncio una cumbre europea para el próximo 25 de noviembre para “finalizar y formalizar” el Acuerdo de Salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer ya que la “premier” británica debe ahora conseguir el apoyo del Parlamento de su país al texto acordado. Y no será fácil ya que May no cuenta con la mayoría de la cámara y deberá convencer a otros grupos políticos.
Como dato que muestra lo difícil de la situación en el Reino Unido ya se acumulan 20 dimisiones de miembros del Gobierno que han renunciado a sus puestos en los dos años que lleva ay como primera ministra. Para muchos británicos, May ha perdido ya toda la autoridad para continuar al frente del Gobierno.