Estaba cantado, tras las conversaciones que Dolores de Cospedal y su marido mantuvieron con el ex comisario José Villarejo, en 2009 en la sede del PP, la situación de esta diputada, que aupó con sus votos al actual líder, Pablo Casado, era insostenible. Este miércoles ha anunciado que deja la política, no sin antes lanzar la última daga de despedida contra Pedro Sánchez.
Cuando la pasada semana transcendieron en varios audios publicados por un digital del entorno del comisario corrupto, José Villarejo, las conversaciones en las que Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, encargaban supuestamente “algún trabajito especial” al policía, tal como espiar a personas privadas o contrincantes políticos, Javier Arenas entre otros, o robar información de los sumarios de la Gürtel, pagado -siempre según los audios- con dinero negro de las arcas del PP, el escándalo fue de tal magnitud que no se entendía por qué Pablo Casado tardaba tanto en pedir su dimisón.
La única explicación posible es que el propio líder del PP, Pablo Casado le debía el cargo, ya que fue elegido SG gracias a los votos de la ex ministra, porque como se recuerda, su contrincante, Soraya Sainz de Santamaría sacó más votos que él. No obstante, a medida que más audios, y a cual más escandaloso, iban apareciendo (incluso se hablaba de romper el pendrive donde había información que involucraba a cargos del PP en la trama Gürtel), la situación de Dolores de Cospedal se iba haciendo más insotenible.
Tras haber negado insistentemente, Cospedal, durante su declaración ante el juez como testigo en la vista oral sobre los famosos papeles de Bárcenas, que conociera la causa de la financiación ilegal del partido popular, y también negaba haber recibido dos sobres con dinero negro de ex tesorero. Estos audios vienen a demostrar que no sólo lo conocía a la perfección sino que supuestamente compraba información sobre el sumario secreto, lo cual podría ser constitutivo de dos delitos, uno falso testimonio, y el otro filtración de secreto sumario.
Ahora la ex Secretaria General del PP, ex ministra de Defensa de Mariano Rajoy y ex Presidenta de la Junta de Castilla La Mancha, acaba de anunciar, este miércoles, que deja el escaño, como ya hiciera con su cargo en la Ejecutiva, “para evitar ataques al Partido Popular, especialmente en un tiempo en el que transcurren las elecciones andaluzas” .
En un comunicado emitido este mismo miércoles, la ex diputada popular asegura que tiene la conciencia tranquila por lo que hizo ya que escuchar y pedir declaraciones era su deber y su papel como SG, para esclarecer comportamientos sospechosos que después la justicia calificaría como delictivos”.
Lejos de mostrar arrepentimiento y pedir disculpas por las grabaciones, Cospedal ha preferido poner en valor, “sus más de 20 años que ha dedicado a servir a España a través del PP, lo que le hace merecedora de la autoridad para defender el honor de otros compañeros que fueron objeto de injusticias, sospechas y vapuleos por el hecho de formar parte del PP”. Se queja de la cobertura mediática que han tenido los asuntos del Partido Popular “algunos de los cuales han sido tratados con auténtico ensañamiento”.
Recuerda la ilusión que le ha hecho mantenerse en la política durante tantos años para luchar “por una España mejor, mas libre y fuerte y auténticamente democrática”. La única equivocación que reconoce en su comunicado a modo de despedida de la política es haber pedido a su marido “que ayudara al Partido Popular. Ahora él está pagando por haberme ayudado”.
Antes de irse, la ex diputada popular no se olvida de enviar un recadito al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Dice que al dejar su escaño evita cualquier ataque a su formación política y también le hace sentirse libre de denunciar la situación que vive España. “Empezando por un Presidente del Gobierno que lo es gracias a los enemigos de España y terminando por ese mismo gobierno con dos ministros cesados y otros cuatro seriamente cuestionados respecto a los cuales la vara de medir parece muy distinta".
Aquí el comunidado de despedida.