La escritora granadina sigue sumando galardones a su impecable currículum. Esta vez se hace con el 36º Premio Herralde gracias a su novela "Lectura fácil", en la que narra la historia de cuatro mujeres con diversos grados de discapacidad intelectual.
De las 445 novelas presentadas al galardón, dotado con 18 000 euros y convocado por la editorial Anagrama, siete de ellas han llegado a ser finalistas y Cristina Morales ha conseguido hacerse con el premio, con el que se ha querido reconocer la mirada ácida e inteligente de una novela tan radical como divertida. A su lado, la escritora chilena Alejandra Costamagna ha resultado finalista con "El sistema del tacto", un escrito sobre el desarraigo y la pertenencia. El jurado estaba compuesto por Rafael Arias (librería Letras Corsarias, Salamanca), Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé.
"Lectura fácil" narra la historia de Marga, Nati, Patricia y Àngels, que además de compartir parentesco, ya que las protagonistas son primas, poseen diversos grados de discapacidad intelectual. Comparten un piso tutelado en una Barcelona mestiza, opresiva, con mucho paro, desahucios, okupas, mentiras... Todo esto después de haber pasado por varios centros urbanos y rurales especializados para discapacitados intelectuales. Además, se refleja que aunque sean personas con discapacidad intelectual, esto no les impide abordar, plasmar ni manifestar los desahucios, el machismo, la sexualidad o la precariedad moral y económica de la Barcelona actual. También denuncia el machismo en las actas de un juzgado que pretende esterilizar a una de las protagonistas.
Como apunta también desde el jurado la escritora Marta Sanz, Morales emplea con precisión quirúrgica para cargar contra el machismo, la injusticia y la opresión del sistema y, al mismo tiempo, celebrar el cuerpo, la sexualidad y la dignidad de quien es señalada con el estigma de la incapacidad intelectual.
Morales cuenta con varias publicaciones a sus espaldas a pesar de su corta edad, es considerada por algunas críticas como una de las escritoras jóvenes de mayor calidad en la literatura española, como por ejemplo: "La merienda de las niñas" en 2008, "Malas palabras" en 2015, "Los combatientes", novela que le valió el Premio Injuve de Novela en el año 2013 y "Terroristas modernos" en 2017.