“- ¿Jefe, qué tal le fue la reunión con el iluminado?
- ¿Pero quién es el iluminado?
- Un miembro del Partido que nos machaca todos los días con que el mundo ha cambiado tanto en el último cuarto de siglo que tenemos que cambiar nuestras formas de hacer las cosas.
- ¿Jefe, pero que cosas?
- Hombre pues todo. La forma de motivar a las bases, de elegir a nuestros candidatos, de influenciar en las listas a nuestro antojo, de crear el programa electoral, de dirigirnos a los ciudadanos, de ofrecer las soluciones para la ciudad.
- Jefe, perdone que le moleste. ¿Cómo las quiere cambiar?
-Todo es ridículo, es una pérdida de tiempo el hablar de esas ideas. Barbaridades como que tenemos que dejar de promocionar a un candidato, paseándolo por los medios para darlo a conocer, antes que a los demás y en detrimento de éstos, que el programa debe decir que ciudad queremos y como la queremos, que los miembros del partido deben participar en modo real e igualitario, o incluso de cómo debemos acercarnos a los votantes para que nos apoyen. A todo esto ni caso. Empujaremos a nuestro candidato lo que nos dé la gana, intentaremos poner en la lista a quién y en el puesto que nos interese como siempre, diremos lo que vamos a arreglar como llevamos toda la vida haciendo. Y en cuanto a los miembros del partido disimularemos pero harán lo que le digamos, y punto. Y a los habitantes les propondremos lo que queramos porque para eso somos los expertos. Qué sabrán ellos lo que les conviene. Tantos años de experiencia no se van a tirar a la basura. Haremos como siempre. Y no os preocupéis habrá sitio para todos nosotros.
-Bien dicho Jefe. Tras lo cual todos en pie aplaudieron durante varios minutos al grito de “Jefe, Jefe, Jefe”.
Unas semanas después.
- Hombre iluminado ¿cómo te va?
-Bien jefe. A usted no tan bien por lo que veo por los resultados de las elecciones.
-Chaval no entiendes nada. No se podía obtener mejores resultados. Esta ciudad no es de las nuestras, no piensan como nosotros.”
La anterior conversación, en tono exagerado e irónico, recoge algunos de los vicios soterrados que se cometen en algunas organizaciones políticas, aunque a veces pasan desapercibidos. Son vicios interesados que llegan de periodos anteriores y que solo pretenden perpetuar las influencias y los cargos en detrimento de las organizaciones políticas o de las mejoras de las condiciones de vida de los ciudadanos, y a veces alejando a los militantes y candidatos más valiosos.
Es una evidencia irrefutable que los profundos cambios producidos durante las últimas décadas en los diversos aspectos de la vida han influenciado los comportamientos y valores del ser humano y en consecuencia han generado unos comportamientos y requerimientos nuevos. Un somero repaso a las cinco revoluciones industriales nos ayudará a recordar los profundos cambios que se han desarrollado desde el siglo XVIII . He de mencionar que en algunos ambientes no se consideran cinco sino que algunas de ellas son simple evolución de la anterior.
La primera Revolución industrial (siglos XVIII-XLX) aportó la máquina del vapor que se propagó por otros sectores como el transporte ferroviario y las fábricas. Se desarrolla el modo capitalista de producción y se inicia la abolición del feudalismo. Se extienden la mecanización industrial, la máquina de tejer, el primer cable de comunicación en el Canal de La Mancha y a lo largo del Océano Atlántico. La segunda revolución industrial (siglo XIX en adelante) aporta la electricidad gracias a las innovaciones proporcionadas por Franklin, Faraday y Edison, el telégrafo, el aeroplano, el cinematógrafo, avances científicos, se expande la revolución industrial desde Inglaterra a otros países, entre otros avances. La tercera revolución industrial (siglo XX) viene de la mano de la industria del automóvil y la estrategia de la liberalización y reformas de la economía. La cuarta revolución industrial (siglo XX-XXI), en cuyo desarrollo nos encontramos actualmente, nos introduce las tecnologías de la información, los teléfonos inteligentes, la era digital, las comunicaciones con internet, la telefonía móvil, las conexiones de fibra ópticas, los manejos masivos de datos (Big Data),.. La quinta revolución industrial (siglo XXI) que comienza a aparecer será la conversión de infraestructuras y servicios en inteligentes y mejorará sustancialmente la calidad de vida, con la aparición de nuevos elementos como la robótica, la biotecnología, la inteligencia artificial, la nanotecnología,.. Esta revolución en ciernes se comienza a conocer como Sostenibilidad Digital o Inteligente.
Las dos últimas revoluciones suponen unos cambios profundos que llevan a las nuevas generaciones a alcanzar unos niveles de conocimientos como seguramente nunca antes se había producido. Una de las características de los enormes cambios de la cuarta y quinta revoluciones es la enorme velocidad con la que se están produciendo. Estas dos últimas revoluciones, en la que aún estamos inmersos, han favorecido la interconexión global a través de las redes sociales y las mayores facilidades de desplazamiento. La apertura de las fronteras físicas o virtuales han permitido que muchos ciudadanos descubran nuevas realidades, nuevos modelos de estados y ciudades, y nuevas experiencias que seguramente han incorporado a sus requerimientos de vida en la ciudad y con ello a esperar o desear nuevas prestaciones de servicios en los lugares donde habitan.
Ante estas revoluciones la gestión política no debe ni puede mantenerse agarrotada en el inmovilismo sobrepasada por los acontecimientos, no puede mantenerse solo en la intuición sino hacer uso de metodologías más rigurosas, científicas y contrastadas, y cambiando sus actitudes respecto a sus militantes y votantes.
Afortunadamente los socialistas en el 39 congreso hemos dado un paso de progreso de vital importancia situando a la militancia en el centro de decisiones de temas de máxima importancia. Con ello los militantes dejan de ser mero acompañantes para ser protagonistas de primera magnitud. El éxito de esta regeneración impulsada por la revolución de la militancia va a depender de su correcta aplicación que permita eliminar los malos hábitos que pudieran existir del pasado.
No pretendo recoger en este artículo un detallado listado de posibles malos hábitos, sobradamente conocidos, pero pueden considerarse, como parte de ellos, los mencionados de forma general en la puesta en escena virtual del inicio de este artículo.
Manuel Guerrero Cuadrado
Ingeniero Superior Naval
Doctor en Ciencias Políticas en Gobierno Y Administración Pública
Diplomado en Estudios Avanzados en Organización de Empresas
Autor del libro “La gestión de la Calidad Total en los ayuntamientos: modelos y experiencias”