En la mañana del domingo trescientas personas de origen subsahariano han intentado saltar la valla que separa la frontera entre Marruecos y España. Unas doscientas, según fuentes policiales, han conseguido acceder a Melilla.

La Delegación del Gobierno de la ciudad autónoma ha confirmado que se han dirigido en grupo hacia el centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI) con "cánticos de alegría" y gritos de "boza, boza" (victoria). Trabajadores del centro han transmitido a medios locales que los migrantes han sido recibidos por sus compañeros de la misma forma.

Agentes de la Guardia Civil, en una inspección ocular sobre la zona, han detectado a cuatro personas heridas en las inmediaciones del Pantano de las Adelfas de la ciudad -zona cercana al salto-, de las cuales una de ellas se encontraba tumbada en el suelo, inmóvil, por lo que se ha llamado a asistencia sanitaria. Sin embargo, “después de 40 minutos intentado reanimarlo, lamentándolo mucho no se ha podido hacer nada por su vida”. La persona fallecida es un varón y a la espera de los informes de la autopsia, todo indica que se ha tratado de una parada cardiorrespiratoria.

Asimismo, seis agentes han resultado heridos leves y no han requerido asistencia sanitaria. De los migrantes que han accedido a Melilla, 19 personas han sido trasladas a Urgencias por heridas leves tales como cortes y alguna fractura. De hecho, algunos de los mismos ya han sido dados de alta.

Segundo salto masivo en 2018

El pasado 6 de enero se produjo el primer salto masivo a la valla. 300 inmigrantes trataron de acceder a Melilla y 209 lo consiguieron, también en la zona de los Pinos de Rostrogordo.

Cabe recordar que el anterior salto tuvo lugar el 11 de septiembre de 2017, cuando entraron a la ciudad autónoma cinco inmigrantes.