La ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño han sido las encargadas de presentar el Plan Presupuestario para 2019 que el Gobierno presidido por Pedro Sánchez envió en el día de ayer a la Comisión Europea.
La portavoz gubernamental, Isabel Celaá, ha afirmado que la meta del Ejecutivo es revertir los recortes, proteger a los más vulnerables, mantener una economía competitiva y emergente y mejorar la calidad democrática. Se trata, ha dicho, de que los datos macroeconómicos positivos de los últimos cinco años "pasen definitivamente a mejorar la vida de las personas". Celaá ha subrayado que el Gobierno va a seguir negociando con las fuerzas políticas a fin de recabar apoyos para las cuentas públicas de 2019.
Por su parte, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha recordado que estos días se cumplen diez años del comienzo de la crisis, "una crisis que ha tenido un alto coste en términos de cuentas públicas, Estado de bienestar, desigualdad y nivel de vida en buena parte de nuestra sociedad". Las medidas que se incluyen en el Plan Presupuestario, ha señalado, suponen en este sentido "un punto de inflexión", ya que muestran que es posible conjugar la disciplina fiscal con la lucha contra la desigualdad.
Y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido en que la propuesta del Gobierno comporta un mayor compromiso con Bruselas, ya que reconduce el objetivo de déficit y lo sitúa en el 1,8% del PIB, frente al 1,3% previsto por el Gabinete anterior: "El Gobierno ha propuesto una senda realista porque lo contario habría supuesto quitar 11.000 millones de euros de gasto", lo que supondría un lastre para la recuperación económica y el empleo.
Montero ha añadido que el Plan Presupuestario respeta "los compromisos de estabilidad, recupera derechos sociales, blinda el Estado del bienestar e incorpora mayor rendimiento, mayor eficiencia y progresividad en el sistema fiscal".
El Gobierno ha enviado a Bruselas un cuadro macroeconómico que prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,6% en 2018 y del 2,3% en 2019. La titular de Economía ha indicado que estas cifras suponen una "ligera" revisión a la baja -una décima en cada uno de esos dos años- con respecto al cuadro presentado el 20 de julio, de acuerdo al "principio de prudencia" de las previsiones del Ejecutivo.
España, ha explicado, se encuentra en una fase positiva del ciclo económico, que alcanzó su punto más alto en 2015; desde entonces, ha registrado tasas de crecimiento "robustas" y por encima de la media de la Unión Europea, pero progresivamente más moderadas, "de forma absolutamente coherente con la madurez del ciclo" y la situación de la economía mundial. La revisión del PIB se debe sobre todo al menor crecimiento de los mercados españoles de exportación, así como a "hipótesis más duras" sobre el precio del petróleo y el crecimiento en la UE, ha apuntado.