Lo que asusta, al tiempo que irrita extraordinariamente a la oposición conservadora, PP y Ciudadanos, es que el presidente Pedro Sánchez pueda llegar a brillar en Europa y en América como ningún presidente español anterior, desde los tiempos de Felipe González y que sus apoyos ciudadanos crezcan al ritmo que la intención de voto se muestra en casi todas las encuestas. La última, la del CIS, que le daba casi un 30% de votos, a nueve puntos por encima del PP, que apenas supera poco más del 20%, y cada vez más lejos de Podemos y Ciudadanos.
Ni la dimisión de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por cumplir los estándar de transparencia extrema que se ha auto impuesto el gobierno socialista, ni las machistas y tabernarias conversaciones de la ex fiscal y actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, ni la sociedad patrimonial que el astronauta Pedro Duque, creó para administrar su patrimonio (lo cual es habitual, normal, legal y ético), ni el acoso y derribo esperpéntico sobre una supuesta mala tesis universitariadel presidente, cuando era un concejal de a pie, ni portadas y portadas de periódicos de derechas que cayeron al fango de las fake news,que no es ni más ni menos que crear una mentira, a sabiendas y publicarla a toda plana.
Debería de saber, esa jauría mediática que busca el cogote del presidente más cosmopolita, que le acusa por tierra mar y aire de no "dar una rueda de prensa a los periodistas", como si la opinión publica fuera tan estúpida de ignorar que los periodistas que escuchan a Sánchez en París, en Bruselas, en Whasington, Nueva York, Buenos Aires, Colombia, son tan españoles y tan trabajadore de medios nacionales como los que le escuchan en Moncloa o en el Congreso.
Que se desengañen de una vez, Sánchez no sólo tiene 84 diputados, los 71 de Podemos ahora le apoyan sin fisuras , los nacionalistas vascos tambien, lo único que puede poner un freno a la frenética actividad del presidente, es la "locura de Torra o Puigdemont". Esa es la única fuerza que puede forzar unas elecciones. Y desengáñense, la situación catalana no está tan grave como en el 2017, ha mejorado considerablemente y va a seguir mejorando. Es muy simple, JUnqueras, Romeva, Puigdemont, ni quieren perpetuarse en la cárcel ni en el exilio. Y saben que sólo un perfil como el actual presidente del gobierno puede darles una salida honrosa.
El Gobierno de Cataluña ni se rompe, ni se va a romper. España, ni se ha roto ni se va a romper. Las personas que están en la cárcel de Cataluña solo pueden mantener un discurso republicano versus un discurso federalista del actual gobierno que es el único que le ofrece permanentemente salidas, incluso se entrevee un posible indulto. Una salida honrosa para salvar las posiciones de todos. La pelea entre PdCat y ERC durante la última semana a su vez, abre una fisura a las propuestas del Gobierno.
El juicio será el punto de inflexión. Oriol y el Presidente Sánchez están condenados a entenderse, hasta Gabriel Rufián lo reconoce en bajito y entre dientes.
La globalidad y el uso y abuso de las fake news están haciendo tanto daño a la verdad que hasta la vicepresidenta Carmen Calvo ha dicho: "Basta Ya", hay que tomar medidas contra la propia corrupción de la informacación.